martes, 10 de abril de 2012

Graffiteando las voces de la primavera

Graffiteando las voces de la primavera


En el Colegio Fe y Alegría Palermo Sur, se trabajo con un grupo de cuartro y quinto grado. Los profesores querían que se hablara del tema de la sexualidad ya que los niños tenían varias confusiones al respecto.

Se trabaja con relación al  tema de la sexualidad, se hizo un encuentro de voces con los estudiantes donde hablaban desde su ingenuidad sobre lo que sentían al respecto desde lo que para ellos era la sexualidad y se les pedía que hicieran preguntas sobre los diferentes temas.

Se dividió en cuatro grupos y cada facilitador hablaba con respecto a un tema o temas específicos en relación a la sexualidad.
Después para recoger las voces y no se quedaran en el aire,  se invitó a un graffitero para que les enseñara a los chicos a plasmar sus emociones y sentimientos en el graffiti. Los temas fueron los siguientes:

Grupo 1: El aborto
Grupo2: Relaciones Sexuales a Temprana Edad
Grupo3: Prevención (preservativos)
Grupo4: Enfermedades de Transmisión Sexual


Luego tres niños voluntarios de cada grupo plasman de lo que se hablo con los facilitadores con respecto a los temas relacionados, para que expresen  a través del dibujo y los colores sus posiciones frente al mundo,  ubicándolos como sujetos políticos dentro de una sociedad.

La persona que dirigió el taller del graffiti, se llama Andrés Torres, es un graffitero profesional, estudia ingeniería industrial en la universidad militar y trabaja como tallerista en la Fundación Artística y Social Familia Ayara.

Andrés comenta que él pertenece a la fundación desde hace 7 años, y empezó  a laborar como graffitero a los 13 años, se presentó a un concurso de graffiteros y lo escogieron como uno de los mejores graffiteros en Bogotá, por presentar originalidad y pasión en sus obras.

Para él,  su mayor pasión es el graffiti y no quiere hacer nada más en su vida, comenta que es tallerista en el centro el redentor (centro de reclusión para jóvenes infractores de la ley), enseña a los jóvenes que están entre 14 a 18 años a realizar esténcil y graffitis , para que plasmen lo que ellos sienten.

Nos sorprendió un comentario que hizo respecto al centro, comenta que en este sitio son injustos con los menores de edad  por que los vigilantes y algunos educadores abusan sexualmente de los niños más pequeños cuando ingresan al centro, por lo que ellos se inventan medios para defenderse  como:  Cds  donde los parten por la mitad y los afilan para cortar la cara, y rompen los tajalápices para sacar la cuchilla, para amenazar o herir a sus compañeros y profesionales que laboran en la institución.

Lo que lo motiva a Andrés a  realizar estos talleres es a apostar por la juventud y ver que por medio del arte, pueden expresar sus inconformidades a la sociedad y también para él, este es un medio de trabajo, ya que la labor le ha permitido sostenerse  económicamente, al trabajar con comunidades vulneradas.

Lo que nos llamó la atención es que para él, es muy importante el uso de los materiales y los colores, ya que cada color representa en los dibujos un significado,  dependiendo de lo que se quiere expresar y el uso de los aerosoles  en el momento de pintar. Por lo que al realizar los graffitis, las personas aprecian de una manera muy significativa lo que ellos mismos pueden crear a partir de la imaginación y la creatividad, plasmando sus sentimientos y emociones.

1 comentario:

  1. Después de leer el artículo me surge una pregunta: ¿ustedes asistieron al evento citado? Si es así, valdría la pena postular imágenes. En cuanto al caso citado, nos queda conocer no sólo los eventos, sino algo más de Andrés y su historia de vida. Al comienzo del semestre hablamos que la etnografía se diferencia de otras metodologías pues estudia entornos, para lo cual, la entrevista es válida en el trabajo de campo, sin embargo, no es su único instrumento para obtener información. Al investigar a graffiteros se hace necesario trascender de la figura de la entrevista. Una ejemplo es el de asistir a un evento, otra es la de hacer salidas de campo con los graffiteros. Si bien hemos dicho que el registro fotográfico es una asunto que debe asumirse con cautela, cuando se conoce al grupo social que se invetsiga, llega un momento en que sí hay que implementarlo, y en el caso de ustedes, podrían salir con cámaras registrando graffitis alrededor de la ciudad, para luego (si se quiere) buscar historias de vida en Internet de quienes hacen estos trabajos. Falta trabajo de primera mano, como análisis e interpretación.

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